LOS 3 GRANDES BLOQUES


Cada cierto tiempo suelo hacer un ejercicio de introspección. Me pregunto de dónde vengo. Hacia dónde voy. En qué aciertos y errores he incurrido. Y en definitiva, cuánto y cómo he crecido musicalmente. Esto siempre me lleva a cuestionar en qué debo enfocarme y la dirección que han de tomar mis horas de estudio y práctica.



El truco consiste en hacerme la gran pregunta : ¿Qué sabes?
Una vez me tomo el suficiente tiempo para pensar en ello, siempre concluyo con la famosa frase de Sócrates: “Solo sé que no sé nada”. Esta respuesta cobra sentido, al plantearse qué está usando uno al hacer música. En vez de pensar en innumerables estilos, técnicas y recursos de todo tipo, simplifico y descompongo todo hasta reducir los conceptos a la mínima expresión. Siendo pragmático, concreto pues, la pregunta: ¿Qué se usa al hacer música? “Cuando hacemos música usamos sonidos ordenados en el tiempo”.



Hoy me centraré sólo en el concepto de sonido, y dejaremos la revisión del universo métrico/rítmico para otra ocasión. Evidentemente, no nos limitamos a tocar notas de forma aleatoria. Y aquí es donde concluyo con mi reflexión, con las formas de ordenar esos sonidos.



¿De cuántos sonidos estamos hablando? Un hecho es que en la música occidental disponemos de 12 notas: 7 naturales y 5 enarmónicas. Con tan solo 12 sonidos (repetidos, eso sí, desde el registro grave al agudo) se crea toda la música que oimos (Obviaremos la existencia de los intervalos microtonales existentes en la música vocal, oriental, flamenco, bends, etc).



Ahora aclaremos 3 conceptos básicos, de la forma más sencilla posible:

¿Qué es una escala? Es una sucesión de sonidos.

¿Qué es un acorde? Es un conjunto de 3 o más sonidos simultaneos, dispuestos de forma vertical.

¿Qué es un arpegio? Es la interpretación melódica de un acorde, haciendo sonar las notas en sucesión ascendente o descendente.



Me gusta pensar que todo se reduce a estos “3 Grandes Bloques”, y digo 3 porque en la práctica los arpegios se estudian, se usan y se perciben de forma diferente a los acordes. La historia de la música nos muestra cómo las combinaciones de estos 12 sonidos (no necesariamente todos ellos) dan lugar a las escalas. Las escalas dan lugar a la creación de acordes, y los arpegios son acordes en sí mismos. Estas 2 formas de agrupar sonidos, darán lugar a la armonía (leyes sobre la combinación de los sonidos), el contrapunto (2 o mas melodías que suenan simultáneamente), la Fuga y demás recursos.


Esta relación resulta clarificadora:

ESCALAS, disposición horizontal de las notas (Melodía).

ACORDES, disposición vertical de las notas (Armonía).

ARPEGIOS, al encontrarse a medio camino entre la armonía (ya que solo utilizamos notas de los acordes) y la melodía (hacemos un uso melódico de esas notas) podémos pensar en una disposición “diagonal”, que también resulta apropiada dada la situación geográfica en el mastil.

Un ejercicio de análisis muy interesante sería oir música, y tratar de identificar qué tipo de bloque está sonando. Propongo unas ideas:


  • Un solo de Jazz (Trompeta).
  • Una Banda Sonora (Orquestal).
  • Una Guitarra Flamenca.
  • Un obra de Chopin (Piano clásico).
  • Un riff de Guitarra Rock.
  • Una Coral.

Ten en cuenta la posibilidad de oir 1, 2 o incluso los 3 bloques simultáneamente.
Estoy seguro que una escucha atenta te proporcionará toda la información que necesites.
Si dispones de música escrita de lo que estés oyendo podrás comprobar mejor cuando se da cada caso.
Esto es solo un ejemplo, ahora ve a bucear entre tus discos o incluso pon la radio y escucha atentamente.
Este ejercicio rendirá el máximo beneficio si lo realizas en música que no sea habitual para ti.



Siempre es muy positivo ser autocrítico y echar un vistazo a nuestro arsenal de recursos.
Es el momento de reflexionar sobre nuestro propio trabajo. Plantéate algunas cosas:


¿Qué bloques usas de los 3?


¿Es posible adaptar su uso a la música que quieres hacer?


¿Con qué profundidad los conoces?

Conocer los dibujos es solo el primer paso.
Continua memorizando e interiorizando como suena, y estudia su estructura armónica para hallar sus aplicaciones prácticas.
De esta forma te asegurarás que estás abordando el asunto de forma visual (al usar la memoria fotográfica), Intuitiva (al familiarizarte con su sonido) y teórica (para expandir su uso y mezclarlo con tus conocimientos previos).


Tener control sobre los 3 te aportará “verdadera libertad” a la hora de tocar en cualquier ámbito, ya sea improvisando, acompañando, interpretando, componiendo…

Sé ecléctico, sé abierto, cuestiónate cosas, aprende de tus oidos y disfruta.